Orgullo – o el dolor de equivocarse.

This article is available in English here.

Siguiendo con esta serie acerca de cómo obtenemos conocimiento y cuales son los obstáculos que se interponen, me gustaría hablar un poco acerca del orgullo. El orgullo tiene que ver con la autoestima. Es obvio que uno debería tener un cierto nivel saludable de orgullo. De otro modo podríamos llegar a ser victimas de la baja autoestima, lo cual trae consigo otra serie de problemas. Pero el orgullo se puede volver destructivo cuando empezamos a pensar más de nosotros mismos de lo que deberíamos. Y la razón por la que traigo esto a colación es que el orgullo puede obstaculizar nuestra lucha por obtener conocimiento verdadero.

Por ejemplo, ¿cómo sueles reaccionar ante la presencia de alguien de quien sospechas que sabe más que tú?¿Te cae mal de inmediato? ¿Cuando ves a esa persona acaparando la atención de los demás, te sientes celoso? ¿Prefieres mejor alejarte? Bueno, mi consejo es que no lo hagas. ¿Por qué mejor no maduras?

Claro está, no quiero decir que tengas que soportar escuchando a todo y cualquier seudointelectual con que te topes. A nadie le cae bien una persona pedante y arrogante, especialmente cuando le gusta hablar de asuntos que no tienen que ver contigo. Pero, no te apresures a bloquear a alguien sencillamente porque es intelectualmente intimidante. Quizás haya algo que puedas aprender de esa persona, algo que ayude a mejorar tu vida. Sé valiente. Dale una oportunidad.

También, no temas decir «no lo se». No hay nada de malo con eso. No hay nadie que sabe todo sobre todo. Todos estamos, ojalá, aprendiendo. De modo que si alguien te hace una pregunta para la que no sabes la respuesta, admítelo. Si se espera que des una respuesta, podrías decir algo como «tendré que pensarlo». Está bien.

Pero, si ya abriste tu bocota y diste una respuesta por la cual sospechas que estas a punto de ser corregido, ¿como reaccionarás? ¿Te impulsará tu orgullo a escaparte de ahí lo más pronto posible? O quizás, ¿tratas de socavar a la otra persona mediante tratar de cambiar el tema, o de alguna manera evitar darle la oportunidad de hablar? Cuéntame, ¿que haces tu ante esas situaciones? Lo triste es que, al hacer eso, quizá te hayas negado la oportunidad de crecer. ¿Y cómo sabes si no fue esa la única oportunidad que se te presente para crecer en ese aspecto en particular?

Por lo tanto, un poco de humildad es requerida en nuestra lucha por obtener conocimiento verdadero.